ALBERT CAMUS Y LA IDEA DE EUROPA – PEDRO AMORÓS

Coluna | Palimpsesto


Entre 1943 y 1944, acuciado por las circunstancias y casi de forma coyuntural, en el contexto histórico de la ocupación alemana, Albert Camus escribe cuatro cartas dirigidas a un hipotético amigo alemán, cartas de propaganda que nacen al amparo de la resistencia francesa y que están llenas de contrastes. Frente a la grandeza y el heroísmo que parecen defender como suyos los alemanes, Camus valora el humanismo del pueblo francés, que tras la derrota ha tenido el suficiente coraje para volver a levantarse. Frente a la verdad que defienden los nazis se presenta la verdad del pueblo francés, una idea por la que se lucha en medio de la guerra y que contribuye a reforzar la fortaleza de la resistencia. El largo rodeo que implica la aceptación de la derrota y la cólera digerida tras los continuos asesinatos de miembros de la resistencia son un continuo y renovado acicate para poder llegar a la victoria. La derrota es el punto de partida. La lucha contra la violencia, la exploración de la justicia y la piedad en medio del horror sostienen la visión de Camus, la fe en la victoria, una certeza que “tiene la obstinación de las primaveras”.

Obsesionado con la búsqueda de certezas, con la verdad y la inteligencia, Camus se abre a la idea de una nueva Europa en oposición a la propuesta alemana. Camus habla de Europa como “la más asombrosa aventura del espíritu humano” e insiste en la idea de unidad, conforme al paisaje y al espíritu. Es conmovedor observar cómo Camus otorga un papel primordial a la tierra en esta idea de Europa. Abundando en esta visión fundada en el espíritu, lo que prevalece por encima de todo, lo que emerge entre esta maraña de ideas es el humanismo de Camus, fundamentado en el principio de justicia, en una idea del hombre ajena a cualquier principio religioso, un humanismo fiel a la tierra, libre de cualquier posible sentido trascendente. Aquí, en este terreno impreciso, donde florecen la tierra y el paisaje, donde anida el espíritu, es donde Camus sitúa el origen de la nueva Europa, una Europa que no existe en la realidad, que tan sólo vive en la imaginación del poeta, allí donde sólo alcanzan las palabras. 

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Pedro Amorós (Murcia, 1966) é doutor en História Antiga pela Universidad de Murcia. Publicou os romances Bajo el arco en ruina, El recodo del río e La extraña victoria (II Prêmio Oscar Wilde de Novela); o volume de relatos Un aire de extrañeza; as peças dramaturgas Beatriz Cenci, una historia romana e El exilio de Dante; os ensaios Jano ante el espejo (II Premio Rara Avis de Ensayo) e La plegaria de Eos; e o livro de história La tradición en Platón. Mantém o blog Pedro Amorós, um espaço destinado à crítica literária, e a plataforma “Conocer al autor”, com um canal denominado La senda de los libros. É colaborador do jornal “La Opinión” de Murcia.

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Image Emmanuel Polanco